SOBRE ESCALERAS AL MAR DE TRINIDAD CASAS

 AURORA GÁMEZ ENRÍQUEZ

ESCALERAS AL MAR TRINIDAD CASAS STONBERG EDITORIAL

Ansiaba luz

y se adentró en un bosque

lleno de sombras

(Trinidad Casas)

ALUMBRAR un poema, metáfora del nacimiento de un interior fértil que da a luz un reguero de palabras, este es el caso y el inicio de un libro que ya desde el título promete musicalidad y belleza. En la memoria colectiva de toda una generación, tenemos Escaleras al cielo [1], como no, al mar, este mar-cielo que presenta la poeta, Trinidad Casas, como representación de vida, cada poema un escalón que transita y nos hace partícipe con su entrega poética. “Palabras que son mares / y se levantan con ojos sonrientes.”  (27). La memoria de luz de los días infantiles, paraíso de la poeta, da inicio a este libro y no nos deja en ningún momento. Un magnífico prólogo de Anna Isabel Camacho[2] analiza el trabajo poético de la autora con profesionalidad y afecto: “la poeta no utiliza recursos vanos ni intenta cauterizar heridas”, “utiliza versos tiernos como plumas mojadas”, “lo cotidiano nos permite evitar la retórica de lo transcendental”, dándonos las claves de la poética de Trinidad Casas. Espero aportar algo nuevo y distinto en mi atenta lectura de Escaleras al mar.

            En la primera página una cita de Tomas Tranströmer, [3] ya nos pone en aviso de la preferencia de la autora por la sencillez y la poesía del asombro, por la contemplación de la naturaleza y la importancia onírica de los pequeños detalles de la vida cotidiana. LOS PÁJAROS DE LA INOCENCIA (19) se acompañan y van de la mano de José Emilio Pacheco [4], poeta mejicano de la generación de los cincuenta. De nuevo el gusto por un lenguaje sencillo y accesible, no exento sin embargo del sortilegio y pensamiento asombroso: “El mar abría un camino de luciérnagas.”. Son temas recurrentes y universales, la soledad, el silencio, la memoria y el inexorable paso del tiempo: “Inviernos azules” (28), fluye la memoria como las olas del mar, sobre la playa desierta se hace certeza el ayer envolviendo al presente que se adentra profundamente y que toma posesión de los sentidos. Veracidad y existencia, consciencia de que la vida pasa, y es para siempre. Trinidad Casas, escribe para atrapar instantes, fijar la memoria de la niña que fue y aprehender el paraíso perdido que es la infancia. Avanzamos en la lectura de Escaleras al mar y vemos que la poeta quiere tener presente la voz de Rosario Castellanos [5] , reconocerse en su poderosa obra literaria poniendo en valor el trabajo intelectual y la obra de las mujeres. En el Camino de la escuela (31),esa niña que era ella y tantas otras, Descalza: “Mar, sol y arena,” (33)por la playa andando frente al mar, del pasado y presente, despierto ante sus ojos, de mirada distinta en siete poemas, siete dimensiones. “Pero el afuera se impone” (37), ante la inmensidad íntima del olor maternal que era su guía. Cada poema nos ata a su pasado feliz, a la memoria de lirios, que olía a lilas y donde sonaban los cantos de las aves que marcan la primavera, que despiertan el alegre vuelo de la imaginación. Ella evoca lo femenino, lo filtra entre su herencia matrilineal, lo sublima y acuna en sus versos. Con claridad asombrosa y de la mano de Eloy Sánchez Rosillo [6] nos deja caer tres magníficos versos: La casa del laurel: “Planté un laurel, / vigía de una casa / que ya no es mía.” (40), avocándonos a la memoria triste de lo querido que se pierde, como colofón de estos doce poemas del primer capítulo, doce escalones que son LOS PÁJAROS DE LA INOCENCIA.

            Trinidad Casas nació en Marmolejo, una localidad perteneciente a la campiña de Jaén, paisaje bañado por el río Guadalquivir.  Poco tiempo después su familia se trasladó a Cataluña. Su infancia y adolescencia transcurrieron en Sant Salvador donde la presencia de la casa señorial de Pau Casals con sus extensos jardines, influyen en su mundo onírico: “Sus jardines eran un pozo de sorpresas. / Allí, vimos un desnudo masculino. / Fue nuestro primer encuentro con el sexo.” (29). Las hermosas playas, el paisaje envolvente en el que se recrea y vive dejaron huella en su espíritu de poeta: “Con redes de mar / salíamos a pescar gorriones “. Actualmente reside en Barcelona, ciudad en la que desarrolla su actividad literaria y artística. Es Licenciada en Psicología por la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha sido asesora psicopedagógica en el Departament d´Ensenyament de la Generalitat de Catalunya. Su amor a la poesía le lleva a ser coordinadora del grupo Escac al Vers, surgido en l´Escola d´Escriptura de l´Ateneu Barcelonès con el que ha participado en numerosos recitales de poesía. Tiene premios y reconocimientos literarios llegando a editar poemas en libros colectivos: Ágora poética y Mimbres de agua, y los libros de poesía: Acecha el nombre, Campo de más allá, La veu digué la paraula.  

Escaleras al mar tiene una fotografía de portada sobre la escultura Nu femení, realizada por ella misma. Esta escultura estaba en los jardines de la casa de Pau Casals cuando ella era niña. Actualmente se encuentra en una galería, adjunta al jardín, de la Casa-Museo.

            Seguimos con la lectura, bajando escaleras y nos encontramos con SALIR A LA LLUVIA, veinticuatro peldaños que esta vez, quiere iniciar de la mano amiga de Esther Zarraluki[7]y conella seguir compartiendo poesía y amistad como en una continuidad de la Escola d’Escriptura del Ateneo de Barcelona. Como presentación al segundo capítulo del libro, el humilde laurel icónico que aparece en sus sueños, imagen poderosa que fija el tiempo y la memoria poética de Trinidad Casas.  Avanzamos en las escaleras y sentimos como, Trinidad Casas abrazada al alma, besando cada minuto, evoca los poemas y el pensamiento de Fina Tizón y con ello alude al grupo de poesía ALGA de Castelldefels. Siempre la amistad, el hecho solidario y el movimiento de búsqueda: “Pones palabras / para acallar el miedo / que te devora.” Pero es al citar al poeta Antonio Machado, su gran referente, donde nos da la clave de su pensamiento poético: LA GAVIOTA (53) como Sísifo, condenada a vivir luchando. La LLUVIA FINA (83) que es el tiempo que penetra en las arterias y que va royendo la sangre. La VISITA (88) sin estruendos: “no llamó a la puerta”, palabras de asombro ante lo inevitable, nunca de queja.

            Como una ola de palabras que van y vienen del Sur al Norte, Trinidad Casas se adentra, nos adentra, de nuevo en la poesía catalana, su segunda lengua, esta vez con J. V. Foix. Con él nos evoca la musicalidad del poema Es quan dormo que hi veig clar  que conocemos cantado por Joan Manuel Serrat. SOMBRAS LUMINOSAS: “Desde las sombras / de lo más hondo / amanecen palabras centelleantes.”

            Esta vez, su Norte es el Sur y EL VUELO DE LAS PALABRAS (62) que la nombran en libertad despegan con una cita de J. M. Caballero Bonald [8], autor que entendía la literatura como método de lucha, igualando el pensamiento con la misma vida. Veinte versos que nos acercan al mar en busca de palabras redondas para enamorar, o cortantes para herir, a veces hondas o dulces, siempre cotidianas, sencillas, amables.

            Ella, se tiñe de violeta con la poesía filosófica de Chantal Maillard, introduciendo inteligentemente la confluencia con sus vidas transterradas y de espiritualidad laica: se pregunta ¿POR QUÉ?: “Escribo para / estrenar el amanecer / y bautizarme en el mar cada mañana “ (74). Sigue con el mago del instante y del realismo, que es Manuel Alcántara, autor marcado por la guerra civil española en sus recuerdos de infancia, con sus palabras presenta el tercer y último tramo de Escaleras al mar:  DERROTAS Y ESMERALDAS (77) un conjunto de poemas que incluyen “Horas caídas”, como pétalos de poesía, veinticinco poemas con un corpus poético  en que la mirada dulce de la poeta se impregna de lirismo  con  las montañas calladas en el horizonte,  la ropa tendida en la lejanía del espacio y el tiempo,  bajo las ramas maternas, ningún dios le había cobijado, …

            Trinidad Casas pertenece a un grupo de poetas que forman escuela, en su heterogeneidad se percibe una línea maestra liderada por la escritora Teresa Martín Taffarel [9],  a ella le dedica HUELLA: “Escultora infatigable y serena” (85), en reconocimiento a sus enseñanzas y buen hacer. Al igual que en sus libros Habitar la incertidumbreRumor Eco Así tú, lo hacen Lola Irún y Mercedes Delclós, respectivamente. Las tres autoras integrantes de la Escola d’Escriptura del Ateneu Barcelonès y de la antología Mimbres de Agua entre otras publicaciones.

            Otros autores a los que cita son: José Corredor-Matheos [10] atrapando la  «sed de absoluto» en contraposición al realismo que ella desarrolla en su obra. Siendo culta, ella gusta de la sencillez en la palabra poética, la desnuda de culturalismos y complicaciones, al igual que hacía Juan Ramón Jiménez,  ella: “con alas de pájaro” (90) se identifica con lo humilde y natural. En SIERRA DE CAZORLA (96) cita a Juan L. Ortiz[11] identificando de manera onírica el paisaje de sus días felices con su espíritu, describe con suma delicadeza: “el río recién nacido” (96), y contemplativamente: “espejea tus montes coronados de niebla” (96), alude siempre al agua, esta vez de conocido río y embalse: “El Tranco silencioso” (96) , los árboles, los cambios climáticos: “El sol fundió la escarcha” (97) , sin evitar la historia social, siempre sugerida, de su provincia natal, mostrando conocimiento y sensibilidad.

            A Olga, su hermana mayor: “enhebro las horas en tus días”, le dedica LOS DÍAS EXTRANJEROS (103), y la musicalidad del seductor poeta Dylan Marlais Thomas [12] dicen que bohemio del que Bob Dylan[13] tomó su nombre por la profunda admiración que sentía por él. En la segunda parte de esta sección ofrece tres enigmas a través de las impresiones efímeras propias del haikú: “Mujer de seda / electrones de fuego / roen tu vientre.”(104).

            Palabra adentro, nos encontramos a pie de playa: ESCALERAS AL MAR (119) con una cita del escritor estadounidense T. S. Eliot, cumbre de la poesía en lengua inglesa del siglo XX, y símbolo de una época. Con ello evoca a los poetas de la Generación del 50 en los que se mira y de los que aprende.

            Estamos ante una poeta culta, con escuela definida y estilo propio, digna de ser leída y tener en cuenta. Ha sido un placer tener el libro en mis manos, apreciar la cuidadosa edición de Stonberg editorial y la magnífica portada que presenta a esta obra de arte verdadero.


[1] Stairway to Heaven (Escalera al cielo) es una canción del grupo de hard rock británico Led Zeppelin, compuesta por el guitarrista Jimmy Page y el cantante Robert Plant e incluida en el cuarto trabajo de estudio de la banda, Led Zeppelin IV. Grabado en 1970 y publicado en 1971.

[2] Anna Isabel Camacho, nacida en Linares-Baeza (Jaén) en 1967, se trasladó a la edad de cuatro años a Sabadell (Barcelona) donde vive actualmente. Cursó estudios de Magisterio en la Universidad Autònoma de Barcelona, y se licenció en Filología Hispánica, también en la misma Universidad.

[3] Tomas Gösta Tranströmer, psicólogo sueco, premio Nobel.

[4] José Emilio Pacheco Berny (Ciudad de México, 30 de junio de 1939-Ib., 26 de enero de 2014)

[5] Rosario Castellanos Figueroa (Ciudad de México, 25 de mayo de 1925-Tel Aviv, Israel, 7 de agosto de 1974) fue una escritora, periodista y diplomática mexicana, considerada una de las literatas mexicanas más importantes del siglo XX

[6] Eloy Sánchez Rosillo (Murcia, 24 de junio de 1948). Poeta español.

[7] Esther Zarraluki nació en Barcelona en 1956. Es licenciada en Filología Hispánica y se dedica a la enseñanza

[8] José Manuel Caballero Bonald (Jerez de la Frontera11 de noviembre de 1926) es un escritor español, que ha sobresalido principalmente como poeta.? La cuidadosa utilización del lenguaje y el barroquismo caracterizan su obra. También es un reconocido flamencólogo.

[9] Teresa Martín Taffarel nació en Buenos Aires y reside en Barcelona desde 1983. Maestra de taller literario en l´Ateneu de Barcelona. Es licenciada en Filología Hispánica y da clases de literatura y creatividad en la Escola d’Escriptura del Ateneu Barcelonès, en la Escuela de Escritores Alonso Quijano de Alcázar de San Juan y en el Col.legi Oficial de Doctors i Llicenciats en Filosofia i Lletres de Catalunya.

[10] José Corredor Matheos (Alcázar de San Juan, Ciudad Real, 14 de julio de 1929) es un poeta, crítico de arte, historiador, traductor y ensayista español de la Generación del 50.

[11] Juan Laurentino Ortiz (Puerto Ruiz, 11 de junio de 1896 – Paraná, 2 de septiembre de 1978), más conocido como Juan L. Ortiz, fue un poeta argentino, considerado por el escritor Juan José Saer como «el más grande poeta argentino del siglo XX»

[12] Dylan Marlais Thomas (Swansea, Gales, 27 de octubre de 1914-Nueva York, 9 de noviembre de 1953) fue un poeta, escritor de cuentos y dramaturgo británico.

[13] Robert Zimmerman tomó el nombre de Bob Dylan, por la admiración que sentía por Dylan Marlais Thomas.

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