Por Encarnación Sánchez Arenas.
Ginés Liébana Velasco (Torredonjimeno, 2 de marzo de 1921-Madrid, 31 de diciembre de 2022) fue un pintor y escritor español, miembro del Grupo Cántico de Córdoba.
Entre sus poemarios tenemos: Si la Marlene viniera (1987), Sostenida bajada continua (1996), Donde nunca se hace tarde (El viento pasa tarjeta)(1996), Can Can-Cántico (1999), El excelente inolvidable (2000), Brocamanto (Notificado de una carestía)(2000), Síntesis (2000), Manantiálica (2000), A ver si se atreve el viento (Sobredios de la travesura) (2001), La tarde es Paca (2001), La Ronda de la Copa (Regalo es nacer ebrio) (2001), El Andaluna (Linaje del Sur) (2003), Travesía de la humedad (2003), La equis mística (2005), La lira manantiálica (2008), Cantos al amorsillega (Claves para consonar la compasión y el grito en la zanja de los columbarios flamencos) (2009), Cautivo placer acorazado (2011), Notificado de una carestía (2012), Hospitalito a mano derecha (2014), La lira manantiálica (2014), A la poesía, por su vecindad con el bostezo, le sobran las palabras (2015), Amores pasajeros al tren (2019), 100 páginas para 100 años (2021), Si me pides romero (Poesías escogidas) (2021), La Caspa (2023).
En Sostenida bajada continua (1996) lo que más interesa son los destellos líricos con los que expresa su amor: «De tanto vivir con los ojos pegados a tu ventana / voy desnudo por dentro. / Quiero saber cómo te va sin mí / y si te has olvidado de mi cara. /(…)/ ¿Qué puedo hacer / si las cosas que te digo no tienen palabras? / Prométeme que vas a oírme otra vez / que tu memoria se va a rozar conmigo / sin mirarme». Muestra su riquísima intimidad, su universo interior de artista sensitivo, que oculta los aspectos más impúdicos de esa interioridad a través de la ironía y del hermetismo en sus versos, que me evocan muchos textos del genial Ramón Gómez de la Serna, y que se ubican literariamente dentro de la corriente postista, en la que destaca el también genial Carlos Edmundo de Ory, como indica Diego Martínez Torrón, dentro del Repositorio Institucional de la Universidad de Córdoba.
Las técnicas utilizadas en Cantes al Amorsillega son muy motivadoras: los valores visuales del verso, la imaginación desbordada, la metáfora, los sintagmas nominales, las repeticiones sintácticas y la anáfora, la subordinación, todo ello hace que, como poeta, no se sienta condicionado en su proceso creativo, escribiendo poemas muy sugerentes. Destaca el uso audaz de la metáfora, como una actitud filosófica que supera los estrechos límites a los que la condenan los áridos catálogos de la retórica tradicional, así como el uso de personificaciones que adquieren en su contexto gran valor expresivo. Su intención no es otra que traducir en imágenes extrañas coplas de un perdido cancionero andaluz, como cita Bartolomé Delgado Cerrillo (2011). Leyendo el sur. A propósito del libro Cantes al Amorsillega de Ginés Liébana. Álabe, 3. [http://www.ual.es/alabe]
PUBLICADO EN EL DIARIO JAÉN EL 29-03-2024