CON LA POETISA MERCEDES MATAMOROS

Por ENCARNACIÓN SÁNCHEZ ARENAS.

Poetisa, dramaturga y traductora cubano-española (1858-1906). Asidua colaboradora en los principales medios de comunicación cubanos, en los que publicó numerosos escritos con el pseudónimo literario de “Ofelia”.

Su obra poética es tratada en la tesis doctoral de Ana Morilla Palacios titulada Mercedes Matamoros: el último amor de Safo.

La prensa había publicado las series poéticas de Mercedes Matamoros: Sensitivas, Mirtos de antaño, Armonías cubanas, Por el camino triste y El último amor de Safo. La poeta sólo conoció envida dos ediciones de sus obras, Poesías completas, que recogía su producción poética ytraducciones hasta 1892; y el volumen breve, Sonetos, de 1902.A lo largo de los años también habían aparecido en prensa otros poemas sueltos que no pertenecíana ninguna serie poética, algunos habían visto la luz antes de 1893 y otros lo hacen a partir de esasfechas.

Mercedes Matamoros escoge el nombre de Sensitivas para titular esta serie poética, que abarca una producción muy dilatada en el tiempo: desde 1879 a 1904. Pero destaca especialmente su parentesco con las Rimas (1871) de Gustavo Adolfo Bécquer, como lo tienen las Rimas y abrojos de Rubén Darío (1887). Sirvan de ejemplo las sensitivas:¡Cómo brillan los astros, cómo brillan/ los despejados cielos!/ ¡Cuánta luz allá arriba, y aquí abajo/ qué sombra y qué misterio…!

Mercedes Matamoros adopta el tema de tradición clásica del homo viator para titular su serie poética  Por el camino triste, formada por treinta composiciones breves, sin título y numeradas, de tono melancólico, filosófico y reflexivo, llenas de amargura, ironía, acritud, tristeza y dolor. Aparecidas entre 1900 y 1904. A lo largo de este camino, que es la existencia, la poeta medita sobre la vida en forma de aforismos y sentencias.

El último amor de Safo, obra compuesta por veinte sonetos, tuvo una enorme repercusión en los círculos literarios cubanos. María A. Salgado, en su estudio “Safo soy yo: Mercedes Matamoros y la herencia sáfica”, del libro Casa en que nunca he sido extraña: las poetas hispanoamericanas: identidades, feminismos, poéticas (Siglos XIX-XXI), nos propone que la forma poética elegida por Mercedes es el soneto, medio ideal para expresar el sentimiento amoroso en castellano, además de ser el verso parnasiano por excelencia, y haciendo coincidir fondo y forma, elige el verso sáfico. La naturalidad con que Safo expresa sus deseos eróticos y poetiza en su cuerpo el efecto de sus pasiones era algo desconocido, y tabú, en el discurso amoroso prescrito por el canon para las escritoras del siglo XIX. La ofuscación Safo-lira le permite establecer, en los tercetos, un desafío implícito a las convenciones poéticas androcéntricas del Modernismo: /En ella enlazo cantos y colores, / porque a tus plantas elocuente sea / símbolo de mi vida y mis amores; /que es en mis manos la vibrante lira, /¡flor que se abre, llama que chispea, /onda que ruge, cisne que suspira!/.

 (PUBLICADO EN EL DIARIO JAÉN el 16-10-2021)

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