CON LA POETISA JULIA OTXOA

Por ENCARNACIÓN SÁNCHEZ ARENAS.

         Julia Otxoa (San Sebastián, 13 de marzo de 1953)   es una poeta, narradora y artista plástica española. Pertenece a la generación de jóvenes que consolidaron el género microrrelato  en España, en cuya obra confluyen corrientes artísticas como el surrealismo, el existencialismo y la literatura del absurdo. 

         Entre sus poemarios tenemos Composición entre la luz y la sombra (1978), Luz del aire, en colaboración con el escultor Ricardo Ugarte (1982), Cuaderno de Bitácora (1985), Antología Poética (1988), Centauro (1989), L’eta dei barbari (1997), La Nieve en los manzanos (2000), Al calor de un lápiz (2001), Cartas a Mr. Gardener (2002), Gunten Café (2004), Taxus baccata. Poemas de Julia Otxoa, dibujos de Ricardo Ugarte (2005), El pájaro de la alegría. Plaquet de poemas (2007), Anotaciones al margen. Plaquet de poemas con dibujos de Ricardo Ugarte (2008), La lentitud de la luz (2008), Jardín de Arena (2015).

         La propuesta artística de Julia Otxoa desarrolla el espíritu de las vanguardias y de la neovanguardia: desde el Expresionismo, el Dadaísmo y el Surrealismo a la poesía concreta y visual.  Para Julia Otxoa la poesía material –visual y objetual- es un campo de expresión transfronterizo, un laboratorio de ilimitadas intervenciones, expresiones estéticas, con el fin de una amplia gama de sugerencias, que oscilan desde la denuncia al lirismo, la ironía, el humor, el juego y la paradoja, como conjura del estado de perplejidad y extrañamiento ante el mundo, como exorcismo de la violencia y del sufrimiento, como apunta Carmen Varcárcel.

         A partir de un proceso de desautomatización, nuestra escritora despoja al objeto de su carga contextual habitual para proceder a un tratamiento de metamorfosis en unos casos o de ensamblaje de objetos cotidianos en otros; con nuevas posibilidades combinatorias y analógicas con elementos totalmente dispares, con materiales cotidianos (cebollas, huevos, sacacorchos, plumillas, cascanueces…) o elementos de desecho (vértebras de animales, flores marchitas…).

         En Centauro la expresión vanguardista responde al desenmascaramiento de la realidad para buscar un ser humano más profundo que el lenguaje estereotipado sólo pretende  ocultar, el primer paso que la autora vasca da es la ruptura del lenguaje falsificador que sustenta la realidad. Centauro se desarrollará en tres círculos concéntricos relacionados entre sí: “Del color de la herrumbre”, “De las ciudades” y “El círculo de tiza del amor y su trapecio”. Con la expresión vanguardista pretende buscar la realidad que las apariencias ocultan. Precisamente “El lugar de la ira” desvela la realidad oculta: / Ahora por favor/ no disfraces esqueletos con túnicas de nácar/ admite tu osamenta carnicero/ que te juzgue esta ciudad cuando despierte/.  Quiero destacar, como indica Juan José Lanz,  que con el segundo círculo “De las ciudades” se ocupa de la visión del espacio urbano moderno, en un diálogo cultural con Poeta en Nueva York, de Federico García Lorca.

(PUBLICADO EN EL DIARIO JAÉN EL 18-10-2022).

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