CON EL POETA ROGER WOLFE

Por ENCARNACIÓN SÁNCHEZ ARENAS.

         Roger Wolfe (1962- )​ es un poeta, narrador y ensayista inglés, residente en España desde su infancia. El español  es su principal lengua literaria y su estilo se inserta a medio camino entre el expresionismo y el realismo sucio.​ No obstante, algunos lo clasifican dentro de la llamada poesía de la experiencia o neorrealista, que, sin embargo, parodia frecuentemente.

         Entre sus obras de poesía figuran Diecisiete poemas (1986),  Días perdidos en los transportes públicos (1992), Hablando de pintura con un ciego (1993),  Arde Babilonia, (1994), Mensajes en botellas rotas (1996), Cinco años de cama (1998), Enredado en el fango (1999), El invento (antología poética) (2001), El arte en la era del consumo (2001), Vela en este entierro (2006), Días sin pan [antología] (2007), Noches de blanco papel. Poesía reunida (1986-2001) (2008),  ​Afuera canta un mirlo (2009),  Gran esperanza un tiempo (2013), El amor y media vuelta (2014), Pasos en el corredor  (2016), Algo más épico sin duda [antología a cargo del autor, con prólogo del mismo] (2017), La poesía es un revólver apuntando al corazón (antología de poemas) (2019), El árbol del inglés (2021).

         Diecisiete poemas (1986) con un tono introspectivo, se trata de una colección de sonetos blancos, no ajenos a la estética de la poesía de la experiencia, anticipando una visión del mundo presidida por un hastío y desazón de tintes baudelairianos. Tal es el poema titulado “Edenbridge”, como recopila Araceli Iravedra en Hacia la democracia. La nueva poesía (1968-2000), página 716: /[…] Y busques el calor de los bolsillos, / mientras arrecia en los tejados yertos/ el replicar monótono del agua./.

         Wolfe estuvo muy interesado durante su adolescencia por la ornitología. Las abundantes referencias que hace a las aves en su poesía no parecen ser casuales; tal vez se pueda considerar “el ave” como símbolo de la permanencia en su obra. El comienzo del poema “La última noche de la Tierra”, incluido en Arde Babilonia, expresa esta idea: /El mirlo de todos los años ha vuelto a visitar mi casa / y todavía sigo aquí./ Su música no cambia y eso ya lo he escrito./ Pero mi trabajo es constatar lo obvio /y eso es lo que el mirlo me viene a recordar/.El tiempo pasa, la gente se hace vieja, se muere, / por su propia mano o con ayuda. /.

         Temáticamente tras la displicencia egotista de Mensajes en botellas rotas (1996) y la bukowskiana afirmación del pesimismo social y existencial de Cinco años de cama, la poesía de Wolfe conoce un repliegue al ámbito doméstico y más íntimo. Fiel reflejo de ello es su poema titulado “La avería”: /Dar amor, lo sé./ Pero no funciona./ Mostrar piedad, lo sé./ Pero no funciona./ Eliminar el Yo, lo sé./ Pero no funciona./ Acabar con el deseo,/ lo sé./ Pero no funciona./ Poner/ la otra mejilla,/ lo sé. /Pero no funciona./ Vivir el hoy (y no el mañana/ ni el ayer), lo sé. /Pero no funciona./ ¿Qué hacer, entonces?/ No lo sé. / Y no funciona./ .

(PUBLICADO EN EL DIARIO JAÉN EL 15-09-2022).

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