Por ENCARNACIÓN SÁNCHEZ ARENAS
Poeta, crítico literario y traductor español (Salamanca, 1964). Tras su tesis doctoral, completó en Florencia y en París su formación en Teoría de la Literatura y del Arte. Actualmente, es profesor titular de Filología Clásica en la Universidad de Salamanca.
Entre sus obras tenemos La hermosura del héroe (1993), Esto es mi cuerpo (1997), Vayamos hacia el norte aunque sea dando la vuelta por el sur (2001), ¿Qué consideración no merecen quienes han cometido atentados contra la belleza del mundo? (2002), Más hermosura ( 2002), Un ángulo me basta (2002), Olímpicas (2005), Eros es más ( 2007), Del lado del amor (Poesía reunida 1994-2009), 2010, Ceci est mon corps (2014), Confiado (2015), Jardín Gulbenkian (Visor, 2019).
En La hermosura del héroe no hay memoria ni elegía, sólo poderoso vitalismo: un aquí y un ahora que anulan toda fecha cronológica. La muerte es solamente el reposo que sucede al hartazgo de la belleza, como indica Aurora Luque en El Laberinto de Zinc (1996) (1) :/Pero antes, antes, antes, abriendo, inaugurando/más bello y silencioso que los amaneceres/de la historia del mundo, no sé de qué manera/tú me dirás que sí y me darán tus ojos/la entrada, y lo que era a fuerza de soñarte/pelo tuyo, ojos tuyos, ojalá que no haya/nada tras el instante en el que tú te entregues. /No prosiga la vida su tejido confuso./ Entonces será dulce temblar ante tu piel/ y morir, y acercarme, y sentir solamente/esa extensión suave de Dios entre mis manos./.
El poemario Un ángulo me basta el título nos remite directamente a una obra: Epístola moral a Fabio, escrita por el capitán Andrés Fernández de Andrada. Esta obra está, en su espíritu y en algunos de sus versos, en la línea de las obras horacianas, tanto por su género, la epístola poética, como por su contenido, la filosofía epicúrea.
La poesía de González Iglesias comparte algunas de las líneas generales de sus contemporáneos: el llamado neoculturalismo, la irrupción en sus versos del lenguaje de la publicidad, la sociedad de masas o la cultura pop. De hecho, la apuesta por el imaginario clásico no es exclusiva de él, ni siquiera de los llamados ‘novísimos’, la generación anterior, sino que son muchos los poetas españoles contemporáneos que han optado por el clasicismo grecolatino para dar forma y contenido a sus poemas. Nuestro poeta, además de dar un nuevo contexto a temas clásicos, ha retomado algunas formas poéticas que son minoritarias en la tradición poética española. Asimismo, retoma el recurso compositivo épico, que desde Homero y la épica clásica, a través de Walt Whitman, ha llegado a ser un género poético en sí mismo y una de las formas más efectivas de explicar la complejidad de la ciudad moderna, como estudia Carlos Mariscal de Gante Centeno en “Juan Antonio González Iglesias: la recepción clásica en un poeta alejandrino posmoderno” en Cuadernos de Filología Clásica. Estudios Latinos 2015, 35.
(PUBLICADO EN EL DIARIO JAÉN EL 05 DE MAYO DE 2022)