ARDE ESTE LIBRO O EL NARCÓTICO SABOR DE LOS DESEOS NO CUMPLIDOS

Por Ramón Martínez López

Arde este libro

Fernando Marías

Alrevés Ediciones

Ya lo presagiaba el Quijote, hay libros que han nacido para arder. Lo que no podíamos vislumbrar es que también, aunque pocas veces, hay libros incendiarios en sí mismos. Este es el caso de Arde este libro, la última novela del Fernando Marías más intimista y revelador.

No hay duda alguna, las primeras líneas son una clara y aterradora declaración de intenciones: “Te incineraron con una novela mía entre las manos. Por eso escribo este libro”. Presentación, nudo y desenlace nos asaltan, rompiendo la distancia preestablecida entre lector y escritor.

Ya no hay espacio para la duda. El novelista quiere convertirnos en partícipes de su vida, ahora radiografiada paso a paso desde el frenético Madrid de los 80 a nuestros días.

Así es esta escritura del yo, tamizada por la culpa o liberada por ella, donde Fernando Marías se desnuda sin sonrojarse con una naturalidad literaria inusitada.

Más que una obra literaria al uso es un ejercicio de valentía y honestidad. Y es que contar la propia vida, convirtiéndola en epopeya, está al alcance de muy pocos.

La belleza de lo trágico emerge de lo cotidiano, sacándonos del letargo de nuestras vidas tranquilas.

 El alcoholismo nos muestra el narcótico sabor de los deseos no cumplidos. El amor lo puede casi todo, pero sucumbe ante el desafío de un Fernando que ansía redimirse y lo consigue, frente a una Verónica que lucha a sabiendas de que la batalla está perdida.

Las pensiones darán paso a las casas. Los sueños no podrán abrirse camino ante la  realidad desoladora de la pérdida. La visión cercana de la muerte del protagonista tirado en medio de la calle o la parálisis de una Verónica ya autoexiliada en Marsella conformarán una suave neblina que inexorablemente llevará a la salvación del primero y a la muerte de la segunda.

Así es la vida cuando se convierte en suceso narrable. Así terminan muchas veces aquellos que pretenden sólo una felicidad sencilla.

Hace nueve años que empezó esta escritura que condensa más de tres décadas de la vida de unos protagonistas que ya nunca serán lo que un día soñaron que serían.

De un libro incinerado, La luz prodigiosa, renace como el ave Fénix Arde este libro, de la mano de la Editorial catalana Alrevés, donde Fernando Marías ha tenido a bien regalarnos su vida.

Esta obra es un espejo en el que mirarnos. En ella las arrugas pueden afearnos el rostro pero son sinceras y no guardan secretos. En ella podemos ser nosotros mismos. De hecho, debemos serlo, siempre que seamos consecuentes con nuestros actos.

Aquel primer libro no ardió para nada en sus brazos. Este otro libro es un comienzo.

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