El acto de presentación de la nueva obra del escritor y socio de ACE-A, Lorenzo Martínez Aguilar, será el 15 de mayo, a las 19.30 horas, en la Fundación Casa-Museo Andrés Segovia Linares, calle Cánovas del Castillo Ponton, 59, Linares (Jaén).
En el acto intervendrán Rocío Carrasco (directora del Centro de Estudios Linarenses), Inmaculada Puche (directora de la editorial El ojo de Poe), Alfredo Ybarra (profesor, escritor y periodista) y el propio autor, Lorenzo Martínez Aguilar.
SINOPSIS
La mitología responde a mitos y relatos que evocan desde los albores de la humanidad elementos simbólicos y extraordinarios que no sucedieron jamás, pero en cuya base reside la propia condición del espíritu humano: miedos, deseos, necesidades, emociones, valores… preguntas fundamentales. Uno de esos mitos que ha perdurado en el tiempo es el mito del laberinto. De hecho este ha sido motivo de numerosas recreaciones artísticas, filosóficas y literarias a lo largo del tiempo y continúa con todo su vigor en la actualidad.
La geografía del laberinto inicia su recorrido regresando al origen del mito, su leyenda, la realidad social y cultural en que surgió: la civilización minoica cretense, en la Grecia Antigua. A partir de ahí este libro rastrea cómo dicho mito recoge el proceso de destrucción de aquella primera cultura europea extinguida hacia 1450 a. C. Es en el significado de aquella experiencia de miedo, deformidad, confusión…, traída al tiempo actual a través de una trasposición de comparación: decadencia ética, desaliento, incertidumbre, materialismo, devastación medioambiental, desequilibrios sociales…, donde late la reflexión de fondo de este poemario.
Un poemario planteado formalmente bajo el concepto épico y dramático en que los propios personajes del mito a veces toman la palabra para hablarnos de nuestra condición humana, cuestionar el poder o huir de la falsificación, la impostura o el engaño. Y sobre todo para regresar al hilo inteligente de Ariadna.
Vivimos en una época de interregnos, de transición, de cambios sociales, tecnológicos y económicos profundos, cuya advertencia aleccionadora más profunda del mito del laberinto sería no volver a repetir su final de destrucción.
Un viaje al centro de nuestro propio laberinto y de regreso al mundo para pensar sobre nuestro propio destino.
